Melilla: un muerto en picada clandestina

Gran preocupación

Gastón Silva, alcalde del Municipio G, reconoció que las picadas clandestinas en zonas como Melilla, "son una de las grandes preocupaciones" de su gestión. En declaraciones a Montevideo Portal, Silva advirtió sobre una modalidad de picadas en donde corren dos motos de frente y pierde "el que se achica primero". Opinó que "es una ruleta rusa con motos".

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Silva explicó que han recibido información sobre varios "estilos" de picadas que se corren en la zona del Municipio G. "Están las picadas que corren todos contra todos hacia el mismo sentido. La otra es correr uno contra uno de frente. Pierde el conductor de la moto que se achica y se corre para el costado. Es una ruleta rusa con motos. Uno mata al otro, o uno se achica".

El alcalde del Municipio G, reconoció que las picadas clandestinas "son una de las grandes preocupaciones" de su gestión. Explicó que insistieron ante la División de Transporte de la Intendencia de Montevideo para colocar lomos de burro en algunos caminos que son utilizados en este tipo de prácticas.

Generalmente son calles largas, asfaltadas y con poco tránsito. Son zonas de alto riesgo, con poco tránsito y control por parte de las autoridades. "Hemos tratado de comprobar si las denuncias y rumores son ciertos. A partir de eso, insistimos en la ingeniería de tránsito para colocar más y mejores señales de tránsito. Son medidas paliativas y rápidas", explicó Silva.

Muerto y heridos

El domingo, Gustavo Alba Sosa falleció luego de chocar de frente con otra moto que se dirigía en sentido opuesto. El accidente se registró en Mellilla, una zona de Montevideo que los amantes de la velocidad eligen para correr picadas clandestinas.

Según información que publica el diario El País, el accidente se registró en el cruce de los caminos Altuna y Peixoto. Alba Sosa corría en una motocicleta Yamaha y chocó de frente con Sebastián Recalde (18), quien resultó politraumatizado grave, con fractura expuesta en la mano derecha y pérdida de conocimiento. También experimentó politraumatismos el joven Federico Scotto Espondaburu (19), que miraba la competición desde la cuneta del camino y fue golpeado por una de las motos.

Silva dijo a Montevideo Portal que la mayoría de las denuncias que recibió sobre picadas clandestinas llegaron desde vecinos que habitan en caminos rurales cerca de La Paz.

Denuncias varias

Desde que el Alcalde del Municipio G asumió su cargo hace cuatro meses, solamente recibió cuatro denuncias sobre picadas clandestinas.

"O se les ofrece un lugar para correr las picadas en un autódromo, o lo van a seguir haciendo. Es parte de la cultura de ´yo paso por el costado de lo que está establecido´. Hay una decadencia de valores y falta de respeto. Hay que prevenir, controlar y aplicar sanciones muy fuertes. Hay que sacarle la moto y la libreta para que nunca más puedan manejar".

El Municipio G es uno de los más grandes de Montevideo. Ocupa una cuarta parte del territorio departamental y se extiende a lo largo de 14.000 hectáreas. Abarca los barrios: Sayago, Melilla, Colón, Lezica, Abayubá, Peñarol, Cuchilla Pereyra, San Bartolo, Conciliación, Lavalleja, Prado Chico, Prado Norte y Paso de las Duranas.

"Por ejemplo me realizaron una denuncia en Camino Edison, en Sayago. Es fácil porque queda relativamente accesible. Pero también me hicieron una denuncia sobre picadas en Melilla, en un camino rural. Para llegar precisas media hora y otros 40 minutos para localizar el lugar. Cuando llegaste ya se fueron. Precisamos el doble de inspectores para controlar eso", dijo Silva.